Diversos talleres en cartografía social participativa, promovidos durante el 2024 y 2025 por la Subcomisión de Coordinación con Pueblos y Territorios Indígenas, de la Comisión Nacional de Rectores (CONARE), permitieron que habitantes indígenas de los territorios Maleku, Zapatón y Quitirrisí identificaran y mapearan las principales problemáticas presentes en estas comunidades.  

La Subcomisión Coordinación con Pueblos y Territorios Indígenas integra a la Universidad de Costa Rica (UCR), Tecnológico de Costa Rica (TEC), la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN) con el fin de fortalecer la articulación y coordinación entre las Universidades estatales y los pueblos y territorios indígenas. 

Para José Antonio Mora Calderón, responsable de los talleres y docente del Programa Kioscos Socioambientales de la UCR, “desde la Subcomisión, consideramos que acompañar este tipo de iniciativas, es de gran impacto y utilidad para las comunidades, ya que muestran desde la visión de las personas indígenas aspectos relevantes en los territorios con una mirada fiable y apegada a la realidad.” 

La identificación de sitios sagrados, procesos de recuperación de tierra, localización de fuentes hídricas y de zonas para la recreación o el turismo, así como posibles fuentes de ingreso de personas indígenas y no indígenas o de emprendimientos son algunas de las temáticas que se visualizan y plasman en los mapas construidos colectivamente, los cuales, a su vez, son una referencia importante para el trabajo de instituciones y organizaciones vinculadas.  

Wander Acuña, jefe de la Unidad de Investigación, Planificación y Evaluación Regional del Área Suroeste del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) explica que la colaboración de las personas de la zona en conjunto con las y los estudiantes facilitó el acceso a insumos clave para el diseño del censo indígena que se tiene proyectado realizar el Instituto en Zapatón y Quitirrisí. Además de ser “un gran aporte en el fortalecimiento de alianzas estratégicas con universidades y otras instituciones estatales en cuanto a la implementación del Modelo Intercultural y los diversos procesos que, como institución, desarrollamos y debemos trabajar en estos territorios.” Indicó. 

Zapatón y Quitirrisí reconstruyen su historia desde el territorio 

La comunidad de El Palenque en el territorio de Zapatón fue el lugar donde se realizó la devolución del proceso de cartografía social. Actividad que contó con la asistencia de representantes de las universidades públicas, Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), Dirección General de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud, Asociación de Desarrollo Indígena de Zapatón, gestores locales de la comunidad de Quitirrisí, así como de estudiantes del Técnico en Gestión Local, impartido en la zona por la UNED.  

Zapatón es una comunidad que conserva parte de su historia a través de prácticas como la pesca y la caza, que se mantienen gracias a actividades cotidianas como parte de su tradición. Sin embargo, tiene pocas acciones para compartir su historia como pueblo, por lo que los talleres se convierten en espacios para la reflexión y la remembranza, indicó Mora.  

“Gracias al espacio y participación desde la UNED pude conocer más sobre el territorio y sobre cartografía social” comentó Fressy Sánchez, estudiante del Técnico en Gestión Local, de la UNED. De igual manera, para Jenny Mena otra estudiante del mismo Técnico “los talleres han sido una gran oportunidad como estudiante indígena de la zona; permite conocer del territorio, tanto a personas internas de la región como externas”.  

Además de la participación de la comunidad estudiantil, el proceso contó con la asistencia de gestores locales de la comunidad de Quitirrisí, quienes aportaron sus conocimientos para la comprensión e identificación de sitios sagrados y de recreación, fuentes de ingreso de personas indígenas y no indígenas, así como emprendimientos, fuentes hídricas y las zonas que se traslapan con el rodeo y la Universidad para la Paz.  

Como resultado del mapeo, en estos territorios se identifican tres aspectos claves: recuperación de tierras, atractivo turístico y viviendas. 

Sobre la recuperación de tierras se lograron identificar algunos terrenos que se encuentran en negociación o proceso de recuperación. La asamblea de la comunidad identificó cinco fincas claves que quieren recuperar. Por otro lado, en el 2024 la tierra en la que se encuentra el colegio fue entregada por parte de un propietario de buena fe. Mientras que el territorio indígena y el Parque Nacional la Cangreja tienen 40 hectáreas en común sin resolver.  

También con respecto al atractivo turístico, se señalizaron los recursos naturales y zonas de riesgo para las personas del territorio, específicamente en el puente que comunica con Parrita, ya que con las lluvias el río crece e imposibilita el paso.  

Finalmente, en cuanto a las viviendas, se realizó una codificación por colores en la que buscaron identificar las casas donde viven personas indígenas, casas habitadas y deshabitadas, prestadas, de bono, identificación de sectores turísticos, casas ocasionales que son de personas no indígenas, casas de familias mestizas e instituciones. Además, lograron identificar dos entradas principales al territorio y tres con poco o difícil acceso. 

Al igual que en otros territorios indígenas del país, en Guatuso habitan personas no indígenas dentro del territorio. Parte de la lucha del pueblo Maleku ha sido ir recuperando estas fincas. “Durante el taller, se resaltó el papel crucial que han tenido las mujeres en las recuperaciones, ya que han sido ellas las que han liderado este proceso en los últimos años” agregó el docente.

En el desarrollo del taller se evidenció además, por parte de las personas indígenas, que el nombre de los ríos, comunidades y lugares del pueblo Maleku ha sido una imposición por parte de población no indígena, por lo que durante el mapeo las personas participantes tacharon los nombres en castellano que aparecían en el mapa y en su lugar colocaron la toponimia ancestral en idioma Maleku Jaíka. 

Como resultado del mapeo se tiene que el pueblo indígena Maleku mantiene sus prácticas culturales, su idioma y su relación con la naturaleza y que, debido a eso, recuperar completamente su territorio es fundamental para poder garantizar su existencia y resistencia presente, así como para dejar esperanza en las generaciones futuras de este pueblo.