Niños, niñas, personas adultas y adultas mayores de Cartago fueron parte de la Universidad de Costa Rica (UCR) a través de los Campamentos de Desarrollo Humano. Familias cartaginesas participaron en las actividades que se realizaron en la provincia durante el mes de enero.

Talleres para despertar el interés en la ciencia, recorridos por lugares históricos de la comunidad, actividades para promover el compartir intergeneracional, entre muchas otras, conformaron la oferta de campamentos en Quebradilla, Orosí y en el centro de Cartago.

Más de 30 jóvenes fueron parte del taller Recorriendo los relatos arcanos de un antiguo hospital, un paseo por las instalaciones del Sanatorio Durán, ubicado en Tierra Blanca. En este lugar se llevaron a cabo juegos y talleres de teatro bailable.

El taller Lo desconocido de mis lugares conocidos: entre ángeles y demonios y el pasacalles por el centro de la provincia permitieron que muchas familias se sintieran parte de la Universidad mientras aprendían y disfrutaban de las vacaciones. Ambas actividades estuvieron a cargo de los estudiantes del proyecto TC-563 “Apoyo y capacitación a Micro y Pequeñas Empresas, Instituciones Públicas y Organizaciones Comunales, localizadas en el área de influencia del Recinto de Paraíso”, coordinado por la Licda. Rosa Helena Gómez Portuguez.

Los estudiantes del proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Promoción de la enseñanza de la ciencia y tecnología de alimentos” (TC-8) despertaron en las niñas y los niños el interés por la química y la ciencia detrás del proceso de fabricación de los alimentos que consumen diariamente.

Este proyecto brindó dos talleres: Vivamos la ciencia y Conociendo el procesamiento de alimentos. Ambas actividades se llevaron a cabo los días 29, 30 y 31 de enero en el Centro Cívico por la Paz, ubicado en el cantón central de la provincia de Cartago.

Para la M.Sc. Yorleny Araya Quesada, encargada del proyecto, el “objetivo de las actividades es que los niños se pregunten qué hay detrás de los productos que consumen y se acerquen a la ciencia”.

Ambos talleres buscan promover la curiosidad, para que los niños observen y se hagan preguntas. “El hecho de que vayamos a las sedes es para atraer a la gente de los lugares más alejados a estas actividades (...) que sepan que existe la universidad y que puedan ver que algún día pueden estudiar en la universidad”, añadió Araya.

El Taller de mandalas, a cargo del proyecto “Migrantes como sujetos políticos: nuevas vías de expresión” (TC-652) fue una de las iniciativas que abrió espacios de participación y convivencia entre personas de todas las edades. En esta actividad, los participantes aprendieron a diseñar mandalas a partir de figuras geométricas y posteriormente a pintarlas utilizando diferentes materiales y haciendo uso de su creatividad.

Para la Bach. Silvia Azofeifa Ramos, encargada del proyecto, “este taller es una forma de apropiación cultural a partir de una expresión artística de la cultura hindú”. El proyecto estuvo a cargo también del Taller de agricultura urbana, con el objetivo de enseñar a aprovechar los desechos y sembrar plantas en botellas.

El proyecto TC-678 “ Promoción del envejecimiento saludable y de la solidaridad intergeneracional en las comunidades de Quebradilla y Tobosi de Cartago”, estuvo a cargo de diferentes dinámicas para niños, niñas y personas adultas mayores de la comunidad de Quebradilla, entre ellas, el Cine foro: En el cine aprendemos y compartimos", dirigido a niños acompañados de una persona adulta mayor.

Milagro Monestel, vecina de Quebradilla,  afirma que lo que más disfrutó de las actividades fue poder compartir con los estudiantes y recibir un buen trato por parte de ellos. “Me gustó dibujar, cantar y bailar. Me gustaría que sigan viniendo porque así los adultos mayores tenemos opción de estar siempre alegres y ocupados”.

Todos los talleres estuvieron liderados por los estudiantes del Recinto de Paraíso, quienes estuvieron presentes en las diferentes actividades. La Licda. Rosa Helena Gómez Portuguez fue la encargada de coordinar la participación estudiantil y la organización de los Campamentos de Desarrollo Humano en los distintos lugares de la provincia, en conjunto con la Municipalidad de Cartago, quien también tuvo un papel fundamental en la organización.